Pues lo dicho... ¡a escribir!
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Listo, ya lo había hecho. Porfín se había quitado ese enorme peso de encima, aun así estaba algo preocupada por la pelirosa... pero no le gustaban nada aquellos lugares... Tras unos segundos pensando, prefirió alejarse de aquellas miradas que la miran interrogativas.
-¿Qué ha pasado Aiko?-le preguntó curioso Mark/Endou
-Oh, nada-dijo la rubia mirando el suelo
-¿Y por eso se ha marchando Nathan/Kazemaru así? No mientas- el pelirojo, Xabier/Hiroto le miró, aun no teniendo la mirada mirando el suelo
-Aiko tan solo suspiró- Nami está en el hospital y no pienso contestar ninguna pregunta si tanto os interesa ir al maldito hospital, a mí no me preguntéis nada porque no sé nada.
La ojiazul se marchó de allí dejando a todos... ¿boquiabiertos? ¿Sorprendidos por su conestación? ¿O simplemente preocupados por saber que Nami estaba en el hospital? En verdad... había de todo un poco.
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Listo, ya tenía las pruebas listas. Tan solo tenía que mirarlas para saber si eran buena o malas las noticias que había escritas en aquellos papeles. Con sumo cuidado los abrió y los leyó detenidamente... tenía que dar la noticía a la herida y cuanto antes.
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-Maldita sea... no me puedo mover-pensó la pelirosa
Allí estaba sola, en aquella habitación ya había llorado lo suficiente y no quería recordar las sucias y horribles palabras que había dicho a sus compañeras.Miró a la ventana... que esplendido día hacía para correr... en el cielo no había ninguna nuve pintada, el mar estaba en suma calma y el aire era caliente... lo que más le gustaba a Nami...
Quería que en su cuarto entrara algo de aquel magnifico aire y por eso se levantó. Al poner un pie en el suelo sintió como este no le respondía, puso el otro tampoco... se levantó y al instante calló al suelo sintiendo un enorme dolor en sus piernas. Un grito de dolor salió de su garganta, ¿qué le pasaba?
La puerta de su cuarto se abrió, allí estaba él, Nathan/Kazemaru se quedó paralizado al verla en el suelo... y al ver como sus ojos estaban llenos de lágrimas se le partió el corazón...
-Nami... ¿qué haces en el suelo?-le preguntó al fin Nathan/Kazemaru acercandose a ella
-Nathan/Kazemaru... me duele... me duelen mucho las piernas y no las puedo mover...
-¿Cómo?
-¿Qué me pasa? No siento las piernas...
Silencio... él sabía lo que le pasaba pero no quería decirselo antes de no estar del todo seguros... El médico entró en el cuarto y al ver a la muchacha en el suelo se alteró, con la ayuda del peliazul la colocó en la cama. El hombre se aclaró la garganta y se dispuso a hablar.
-Señorita Nami ya tengo los resultados de sus radiografias...-dijo el médico
-La pelirosa cogió la mano del peliazul... tenía miedo y este le correspondió al agarró apretandole la mano- Continue porfavor...
-Nami... voy a ser sincero... el accidente que has tenido... ha sido muy grave y... lo siento mucho pero... te vas a quedar paralítica para siempre...