Capitulo 83

Hikaru terminó de comer y cogió sus deportivas las metió en una bolsa junto a un balón y se puso ropa deportiva. Antes de salir de casa se puso los patines y salió como un rayo. Dió una vuelta por toda la isla, pasa media hora decidió irse al campo de entrenamiento.
Lista sacó su balón y sus guantes y con la maquina de tirar balones empezó a entrenar parando los balones. Estaba tan concentrada que al escuchar que su móvil sonaba miró su bolsa y un balón le dió en la cara.

-Maldita sea...- murmuró mientras se tocaba la cara roja- ¿Quien será?- cuando fue a coger el móvil ya no sonaba- Que mala suerte tengo...

Se levantó de un salto y miró como alguien la miraba desde la verja. Fijó su vista y se sobresaltó al ver que era el chico de hace días... ¿Le había visto cuando se había pegado con el balón en la cara? Le ignoró y pusó la maquina al tope los balones fueron muy rápidos pero los paró todos.

-Hmm... ya tengo la super-tecnica hecha-dijo feliz- Ahora solo falta que me salga en el partido, aunque no saldre- la chica sacó su móvil de la bolsa- Mierda... tengo que volver

Se sentó en el suelo y se quitó los zapatos y se puso los patines. Al salir intentó pasar rapidamente delante del chico pero una piedra hizo que se callera al suelo. El suelo era de arena pero aun así tenía piedras y cortaban, sus rodillas se cortaron, la chica soltó un gemido de dolor pero tambien porque seguramente él se habría reido mientras se marchaba pero... no hizo eso. Se acercó a ella y seriamente le dió un pañuelo.

-Toma, con esto dejarás de sangrar- dijo

-G-gracias -dijo mientras cogía el pañuelo rapidamente se puso el pañuelo en una radilla secándose la sangre.

Estaba apunto de marcharse cuando la chica se levantó, sus patines la hacían más alta pero aun así... no era más alta que él. La chica le preguntó algo que le hizo que se parara.

-¿Cómo te llamas?- le preguntó

-Dvalin/Desart- le contestó tras aquella acción se marchó

-Gracias- le contestó ella felizmente

-¿Y tú?- el chico se había parado y la estaba mirando, estaban lejos pero la mirada de aquel chico era... clavante

-Hikaru- le contestó ella algo asombrada

Él se fue y ella tambien, porfin conocía a aquel chico y porfin sabía cuando iba a aquel lugar. Llegó a casa contenta y... en ruedas.